El inicio
El número 10 es aquel jugador que sorprende, emociona, desplaza a todos con un movimiento atlético que quizás ni él se da cuenta, y de inmediato este número es mi destino me lo dieron antes de los seis años y lo llevo conmigo desde cuando he vestido mi primera camiseta en el equipo de futbol de la iglesia San Sebastián de Jesi. Mi regalo navideño que pedía era siempre el mismo de todos los años... zapatillas de futbol y una pelota de cuero (en esa época de tela).
Pude ir al Milan, pero la convocación llegò por error al Real Jesi (había organizado una prueba gracias a Gabriele y Andrea Cardinaletti) en vez de la Aurora Jesi sociedad en la cual era fichado.
El destino había decidido Bologna y por eso deje a solo trece años Jesi, mi ciudad de nacimiento, el calor y el afecto de mis padres. Vive en mi todavía el recuerdo de la prueba organizado por mi padre (que me dice juega más atrás... de este modo tienes más pelotas y pueden verte…) y luego yo fui artificio del resto. Después de 40 minutos de prueba fui convocado a las oficinas del Bologna Futbol Jóvenes para firmar un contrato (firmado por mi padre porque yo tenía aún trece años).
La primera persona que comprendió que el futbol era mi futuro fue Aldo mi padre. Un hombre que antes de la pasión por el futbol me ha transmitido el valor de la honestidad y sencillez. Mi madre Mariana hubiera preferido evitar mi alejamiento de Jesi, sabía que quedándome en casa habría hecho poco, debía alejarme de todo y de todos, difícil de transmitir con palabras sentimientos y pensamientos de esos años: feliz pero asustad, determinado pero poco consciente de mi talento, seguí el instinto (lo hago aún hoy) y esto me ha llevado lejos.
Mi objetivo fue jugar futbol y quede maravillado cuando comprendí que el Bologna me reconocería un rembolso de gastos (90 mila liras al mes) quedé perplejo porque seria pagado por jugar a futbol y divertirme.
Llamé la atención del sector juvenil rojo azúl y después de tres años (16 años) debuté en el equipo de la cantera, han sido años emocionantes y duros, veía jugadores fuertes y prometedores que llegaban y se iban, tenia miedo que podia suceder lo mismo a mi, entonces trabajaba duro, entrenaba era siempre atento a no infortunarme, debia dar más, ser más que los otros hacerme encontrar listo para la ocasión.
Mi primer banquillo en primera división lo debo a la fortuna. El entrenador Radice buscaba un sustituto para un infortunado de la primera, y no encontrando a Marco Macina en la escuela convoco a mí. Recuerdo la sensación de estar en el mismo ambiento de grandes campeones. De aquellos jugadores que había visto solo en el estadio cuando mi papá me llevaba a ver los partidos o en televisión por 45 minutos (esto lo pasaban una vez a la semana los domingos).
Sentí que mi sueño pudiera realizarse, tenía algo diferente a los demás, pero esto no era suficiente: debía tener carácter, determinación y voluntad. Hoy comprendo que para llegar hacer un grande jugador se debe tener algo más con respecto al resto, más allá de un enorme talento y espíritu de sacrificio. En rojo azul encontré un sector juvenil perfecto con técnicos de calidad como Perani, Fogli, Soncini, Bonini, Zagatti, Mantovani y su secretario general Emilio Martelli. Bologna ha sido la ciudad ideal para crecer. Allí conocí personas especiales que me han adoptado y amado de inmediato. Bologna me lanzó en primera división. El 13 de septiembre del 1981 mi primera vez en primera división (tenía solo 16 años) gracias al técnico Tarcisio Burgnich debuté con el Bologna-Cagliari.
El primer gol en primera divisón llegó al mes de mi debuto, fué mi primer gol a cristalizar el definitivo empate 2-2 al minuto 78 de Como-Bologna. El primero de los nueve goles que llegué a realizar en mi año de campeonato en una máxima división, un resultado importante para un muchacho. El presidente Paolo Mantovani fué curioso de mi capacidad y me llevó a su Sampdoria. Una locura: para mis dieciseis años pagó al Bologna 2 billones y medio de las viejas liras (al cambio hoy seria 40 millones de euros por uno de dieciséis años) más cuatro jugadores. El director deportivo del Bologna Paolo Borea, que pasó a la Sampdoria, fue decisivo para convencerme a seguirlo a Genova, desde aquí poco a poco nacerá la grande Sampdoria del presidente Mantovani.
A partir de este momento comprendí que no hubiera podido hacer otra cosa que no sea el futbolista, el trabajo más lindo de este mundo. Mi sueño se estaba realizando lo entendí porque muchos clubes me querían, Mantovani me escogió a mí, a pesar del precio. Mejoré y comenzé a darme cuenta que podia hacerlo, debí desarrollar el olfato para el gol y la victoria. No quería ser uno del momento, era mi oportunidad y no podía perderla, era consciente que todo podía terminar en cualquier instante.
Para un jugador cuenta también el lugar y las características de la ciudad donde se vive. Sobre Genova cometí un error, en una ocasión jugando fuera de casa llegamos con el bus había visto de lejos calles y callejuelas, y en ese momento pensé que aquí no viviría jamás, me equivoqué. He pasè en Genova 15 años de mi vida y de mi carrera de futbolista, allí fui padre de mis muchachos Filippo, Andrea y Camilla.
En la Sampdoria hemos hecho historia. Excepcionales compañeros de equipo, con Paolo Borea como gerente deportivo, Vujadin Boskov entrenador y sobre todo con el más grande presidente Paolo Mantovani. A veces pienso que uno como Mantovani no pudo haber existido, que fué un sueño un grande hombre para ser cierto.
Hablaba una sola vez al año, pero cuando habría boca era fulminante, con dos palabras llegaba al corazón de los jugadores, un hombre y un presidente inmenso. Su muerte dejó un vacio imposible de llenar. La Sampdoria sus hinchas su gente se han quedado en mí. Encontré por primera vez al presidente en Costa Azurra (donde el transcurría sus vacaciones de verano) acompañado del capitán de la Sampdoria, tenia 16 años pero la simpatia con el presidente fue inmediata, era un hombre que no tenía necesidad de levantar la voz para hacerse escuchar, un faro una fuente de inspiración.
LOS GEMELOS DEL GOL
En la Sampdoria llegó mi consagración, gracias también al entrenador Vujadin Boskov que ha hecho de mi juventud extraordinariamente bella, hoy que no está, lo imagino en el cielo sentado al lado de Mantovani. En Genova gano mi primer título, cuatro copas de Italia, una super copa de liga (con un gol mio) y una copa de las copas.
En la Sampdoria encuentro un ambiente intenso con mis compañeros de reparto, Luca Vialli, eramos diferentes pero muy unidos, como dos polos que se atraen, juntos nos convertimos en los gemelos del gol, como acuerdo nuestro de frente al arco. Un asistencia para un compañero era como un gol mio. Conocí a Luca porque fuimos compañeros en la selección Nacional under 21 y le había pedido muchas veces de venir a la Sampdoria. Después de el uno a uno incian a llegar los grandes talentos a la corte del presidente Mantovani y le equipo crecía. Fue un momento mágico, un grupo de amigos que se convierten en campeones.
En la temporada 1991/92 con la Sampdoria tuve la oportunidad de disputar una final de la copa de campeones contra el Barcelona del grande Johann Cruijff y de Pep Guardiola: estuvimos cerca al triunfo, perdiendo al tiempo suplementario con un gol de Koeman al minuto 112. Ese partido es el único y verdadero arrepentimiento, un dolor fuerte: sabía que para la Sampdoria esa sería su primera y última ocasión.
Después de esta final de Champions terminó un ciclo. El presidente Mantovani (que era una persona inteligente) comprende que debía vender algunos campeones para financiar una nueva y grande Sampdoria, comprando en ese momento jovenes promesas, futuros campeones con quienes vencer otra vez.
El verano del 1993 inicio su proyecto. Recuerdo una llamada telefonica, le dije esto: "Veo partir a todos presidente, me voy yo también, porque sin mis compañeros como podemos vencer...". Su reacción fué negativa. Colgó el telefono, compró 4 jugadores como Platt, Jugovic, Gullit y Evani... Habia vendido a todos menos a mi, y yo no podria ir a otro club que no sea de Mantovani. Luego sucede lo inesperado: el presidente Mantovani no tuvo el tiempo ni el modo de realizar su proyecto: el 14 de octubre de 1993 un grande hombre dejo está vida.
EL PRIMER TITULO
Era el 1990, el equipo estaba preparado (después de 8 años de trabajo) al primer título de la Sampdoria, queríamos ser la historia del club. Recuerdo lucidamente el momento en la cual comprendí que ese seria nuestro año. El el avión durante el viaje de regreso de Napoli a Genova después de la victoria de 4-1 conquistada contra el Napoli de Maradona (que habia ganado el campeonato el año anterior) tuvimos la fuerza de voltear el partido de 1-0 en favor del Napoli en 2-1 y luego en 4-1 a favor de la Sampdoria, dos goles de Vialli, dos goles mios. Los hinchas del Napoli al final del partido se pusierón de pie a aplaudir la Sampdoria: en ese momento comprendí que podíamos ganar el campeonato de serie A (primera división) dependía solo de nosotros. Estábamos listos para el titulo, que llegó formalmente en la penultima jornada de esa temporada a Lecce, pero fundamentalmente a la terza última jornada nel partido contra el Inter (partido que Pagliuca tapó todo) termino 2-0 a favor de la Sampdoria, para mi fue este el partido decisivo del primer titulo, fué la victoria de la amistad y del trabajo de todos (presidente, dirigentes, entrenador, grupo y de los fieles hinchas sampdorianos).
La victoria es el fruto de una alquimia que permite la coexistencia de muchos elementos todos esenciales!
MI SEGUNDO TITULO
En el 1997 es tiempo de nuevas experiencias: decido de rendirme a las adulaciones del presidente de la Lazio Sergio Cragnotti y a la gran belleza de la ciudad eterna Roma.
Había habido un encuentro también con Moratti y un hipótesis Inter superada da la velocidad y tempestividad de Cragnotti. El encuentro con el presidente de la Lazio a Milan fue importante, quería vencer y sentía que habría podido concluir mi carrera de futbolista consiguiendo otros trofeos. Decisiva en la elección de la Lazio fue la prospectiva de un entrenador como Sven Goran Eriksson. Llegado a Roma a los 32 años, todos pensaban que mi carrera fuera ya terminada, en cambio…
Se abrió un ciclo de victorias del cual yo era el protagonista junto con el entrenador Eriksson, e Attilio Lombardo y con los campeones del calibre de Juan Sebastian Veron y Sinisa Mihajlovic.
Llego mi segundo título nacional, mi segunda copa de las copas, derrotamos el Manchester United y nos adjudicamos la super copa europea. Llevamos a casa dos copas de Italia y una super copa de liga. Roma es una ciudad extraordinaria y desde luego sus aficionados asi de presentes y entusiastas... Una ciudad donde el futbol es seguido con pathos y participación. Al inicio pensé “aquí no puedo vivir“ , la sentía demasiado caotica (viniendo de Genova) y en cambio fue amor. Los aficionados de Roma difícilmente conocen eguales en el mundo: únicos! Fueron años de felicidad y de gloria: ciudad tentadora que me ofrecia grandes oportunidades.
LA NACIONAL
Después de haber hecho parte en el under-21 del cual era capitán (al Activo 9 goles en 26 presencias), el 26 de mayo del 1984 – durante una tournée americana - por voluntad de Enzo Bearzot llega también el debut en la nacional mayor en ocasión del segundo tiempo de Canada-Italia (ganamos por 0-2). La mia aventura en azzurro, después de 36 presencias, el campeonato Europeo del 1988 y 4 goles, se concluye 10 años después el 23 de marzo 1994 con Alemania-Italia 2-1. Con la selección de mi Italia habría querido más como futbolista. La emoción de representar el propio país en el mundo no se puede transmitir con las palabras, un honor haber tenida esta oportunidad.
DAL CAMPO AL BANQUILLO
A 36 años decido de dejar el futbol profesional como futbolista, estaba por llegar mi gran oportunidad para pasar dal campo al banquillo, después de haber movido mis primeros pasos como entrenador segundo al lado de Eriksson en blanco-celeste. Nel curso del campeonato 2000/01, el presidente de la Fiorentina Vittorio Cecchi Gori me ofrece la guía de los Violas. De inmediato llega el primer trofeo con la victoria de la copa Italia, una competición a mi muy querida (la he ganado 10 veces, 4 como entrenador y 6 como jugador).
Dejo Florenzia y llego a la Lazio, el regreso a Roma: el único Club en el cual he tenido la oportunidad de vivir sea como entrenador sea como jugador, dos prospectivas así diferentes de un mismo ambiente. El inicio a la Lazio fue abrupto, las motivaciones económicas financiarías indujeron a sacrificios y a la perdida de campeones como Nesta. El reto es vencer con una sociedad en dificultad y en metamorfosis: con calma enfrento los cambiamentos y hago futbol. Meto en el campo cada partido un equipo que juega bien y divierte, y llega a posicionarse en zona Champions y luego la victoria de nuevo de la copa Italia.
A Roma dejo el corazó : era el lugar donde todo había terminado (termino mi carrera como jugador) y todo recomenzaba (me afirmo como entrenador)!
LA CONSAGRACIÓN DA ENTRENADOR
En el verano del 2004 el presidente Massimo Moratti me confía la guía del Inter en blanco de trofeos desde el 1998. Me quedo a Milan hasta el 2009: para mi son años importantes en los cuales conquisto en su totalidad tres ligas, dos copas de Italia e una supercopa Italiana. En particular el segundo tricolor (la liga), aquel del 2006/07, lo vencimos tocando también el record europeo de bien 17 sucesos consecutivos. Llegar al Inter no fue fácil: era todo para reconstruir y la presión de los medios de comunicación era fuerte. A Milán viví la emoción del primer título da entrenador e llego la conciencia que podía hacer bien el trabajo de técnico de un equipo de campeones. Conservo dentro el orgullo de haber llevado el Inter después de 20 años a la victoria, propio ahí donde habían pasados grandes entrenadores sin ganar.
En los últimos meses a Milan comencé a sentir las ganas de nuevas experiencias e de medirme también con otros campeonatos diferentes a la serie A italiana.
UN SUEÑO LLAMADO PREMIER LEAGUE
Terminada la relación con el Inter, nel 2009 decide probar algo de nuevo e de diverso a fuera de la mia amada Italia e de abrazar la experiencia del futbol inglés. Aterrizo en Premier League a diciembre de ese mismo año, a mitad de temporada, para sustituir al campeonato en curso a Mark Hughes en el banquillo del Manchester City. La primera temporada británica se cerró con un quinto puesto, pero en el 2011 es grande la satisfacción cuando nos adjudicamos la FA Cup, la Copa de Inglaterra, interrumpiendo el ayuno de títulos del City que per duraba desde unos 35 años.
La temporada sucesiva ganamos la Premier League. Sensacional es el último encuentro de esa premier: en un solo minuto he pensado de ganarla luego de perderla y luego que todavía la habíamos ganado. En esos segundos tenia en la cabeza un único pensamiento “no podemos perder” la Premier. Determinante fue la entrada de Balotelli y la sua asistencia a Agüero. Un entrenador prepara el encuentro buscando de anticipar cada circunstancia para estar listo a cada avenencia... y sin embargo muy a menudo el juego toma otra dirección y entonces queda solo el instinto, el golpe de genio (esa idea no emergida en tantas horas de preparación y al improviso en un segundo llega) y es victoria!
En la misma temporada ganamos, en verano, también la Community Shield derrotando el Chelsea. En Inglaterra crezco da entrenador a Manager, entiendo aspectos gestiónales importantes para el Club de futbol cada vez más proyectados en el mundo del business.
Cuando deje el Manchester fue conmovedor el gesto de los aficionados del City: una dedica para mi publicada en la pagina de un periódico.
“Gracias Mancini, por siempre uno de nosotros: once a blue, always a blue".
LA AVENTURA EN TURQUÍA
Después de la experiencia en la seria A italiana y aquella en Premier League, vivo otro deslumbrante reto. A fines de septiembre 2013 acepto la oferta del presidente Ünal Aysal que me quiere en el banquillo del Galatasaray para sustituir a Fatih Terim. Inicia así la mía aventura al timón del Club más titulado e y seguido de Turquía.
Después de 8 meses nos cualificamos segundos en campeonato e ganamos la copa de Turquía. El futbol es también esto, consiente de conocer países nuevos, culturas diversas.
Cada experiencia, cada nación, cada ciudad y sus aficionados, cada club y sus propios dirigentes son un acrecimiento personal y profesional. Me he siempre sentido honorado de ser en un Club primero de jugador y de entrenador luego.
EL REGRESO EN EL INTER
Jamás lo hubiera imaginado de regresar, a sucedido todo tán rapido, como suele ser en el futbol. El 13 de noviembre me llamarón del Inter y explicarón el proyecto, me gustó y decidí aceptar. El 14 de noviembre a 10 años de distancia de la primera vez, me encontraba nuevamente en el banquillo negro-azul. El Inter es un gran club, soy contento de estar nuevamente aquí y de trabajar otra vez en Italia; espero grandemente de llevar al club negro-azul a la victoria.
HALL OF FAME DEL FÚTBOL ITALIANO
El 22 de febrero recibí el gran honor de entrar a ser parte del 'Hall of Fame del fútbol italiano' en la categoría entrenadores. Un reconocimiento a mi carrera que me ha llenado de orgullo. Estaba muy emocionado en la ceremonia organizada por la FIGC que se celebró en el Palazzo Vecchio, donde fui premiado junto a otros 9 campeones con los cuales entré a ser parte de un firmamento del fútbol donde ya brillan 47 estrellas.
LO ZENIT DI SAN PETROBURGO
El 1 de junio 2017 me he convertido en el entrenador del Zenit San Petroburgo. He elegido una liga diferente, la rusa, un país nuevo y muchas novedades todas para descubrir. ¡Es un desafío que me intriga!